Beato Padre MARÍA-EUGENIO del NIÑO JESÚS
1 Fundamentos
Desde 1908, descubre a Teresa de Lisieux, a la que todavía no se conoce mucho: Sólo hacía 10 años que había fallecido. En seguida se da cuenta de la fuerza de su mensaje. Entra en el seminario mayor de Rodez en 1911.
1914-1918: la Primera Guerra Mundial
En 1913, cuando todavía no tiene 19 años, marcha voluntario al servicio militar. En 1914 se declara la guerra. Durante cinco años, enrique Grialou participa en las principales campañas del conflicto: l’Argonne, Verdun, le Chemin
des Dames… En 1919, regresa al seminario de Rodez.
« He optado a fondo por el sacerdocio, sin dudarlo »
1920 : Llamada al Carmelo
Estando de retiro la noche del 13 de diciembre de 1920, Enrique lee una vida de san Juan de la Cruz. Siente imperiosamente que Dios le llama al Carmelo. Ante esta llamada irresistible se van a levantar numerosas resistencias :
su director espirtiual, su obispo y sobre todo su madre, a la que tanto quiere, que siente que lo pierde por segunda vez.
Carta a su madre l 15 de febrero de 1922
Sabes cuánto he resis do por la tristeza que te causaba. Pero esta llamada de Dios se ha hecho cada vez más evidente.Yo también he llorado al pensar en el sacricio que te imponía, pero no puedo resisr a la voluntad de Dios tan
claramente manifestada.
1922 : sacerdote y carmelita
El 4 de febrero de 1922, Enrique Grialou es ordenado sacerdote. Entra en el convento de los padres carmelitas de Avon (Fontainebleau) el 24 de febrero y toma el nombre de María Eugenio del Niño Jesús.
Descubre el poder de la oración. Después de su noviciado, participa activamente predicando para la beatificación y la canonización de Teresa de Lisieux (1923-1925). Se entrega por completo a este apostolado,
contribuyendo de esta manera a la renovación de la Iglesia en Francia en el período entre las dos guerras.
2 Oracióny compromiso en el mundo
« Sed fieles al espíritu, a lo esencial: acción y contemplación bien unidas. »
Como carmelita, el padre María Eugenio vive plenamente el lema del profeta Elías: « Vive el Señor, en cuya presencia estoy. Ardo en celo por su gloria. »
Encuentra a Dios en el silencio de la oración, y colabora con Él en todas sus actividades: este amor unifica su vida. Su experiencia nos ofrece una luz sencilla y práctica para ir al encuentro del Dios vivo que nos llama y nos envía.
« La gran urgencia : dar tiempo a Dios. »
« Dar testimonio es dejar ver a Dios. »
3 Caminar hacia Dios con confianza
Una vida entregada a la Iglesia
En 1928 es nombrado prior del convento del “Petit Castelet” (Tarascon). Al año siguiente tres profesoras que dirigen un liceo privado de Marsella van a pedirle consejo sobre cómo orientar sus vidas. De este encuentro nacerá en 1932 una nueva familia espiritual: Notre-Dame de Vie.
A su nombramiento como prior de Agen y después de Monte-Carlo, le sigue su elección en el Consejo general de la Orden en Roma donde residirá hasta 1955. Se encarga en particular de los carmelos de lengua francesa y muestra mucha solicitud por las comunidades perseguidas.
Sin abandonar nunca la oración, asume los múltiples compromisos de su misión: un abundante correo, construcciones, viajes, organización del Instituto Notre-Dame de Vie, redacción de su obra maestra, Quiero ver a Dios (1949-1951). Ejerce un amplio ministerio de dirección espiritual.
Participa activamente en los debates relacionados con el tema “vida espiritual y psicología”.
« Cuánto más movidos están los santos por el amor, más cerca de nosotros están. » (Quiero ver a Dios, p.1159)
Hasta el fin del mundo
Sus responsabilidades le obligan a recorrer el mundo : Tierra Santa, Irak, Vietnam, Filipinas, España, Alemania, Bélgica, Canadá, Estados Unidos, México. De vuelta en Francia en 1955, es nombrado Provincial. Atento a los signos de los tiempos y el aumento del ateismo, el padre María Eugenio sigue de cerca
los cambios bruscos de después de la guerra y las nuevas iniciativas de apostolado en la Iglesia. Se interesa por los movimientos ideológicos y las búsquedas teológicas que preceden el Concilio. Recibe con gozo las enseñanzas del Vaticano II que se esmera por dar a conocer y poner en práctica.
Hasta el final, asume los cargos en la Orden del Carmen y su responsabilidad como fundador de Notre-Dame de Vie. A partir de 1965, su salud disminuye progresivamente. Concentra su actividad en lo esencial : enseñar los fundamentos de la vida espiritual y apoyar a las muy numerosas personas que le piden consejo.
Después de varios meses de sufrimiento, muere el lunes de Pascua, 27 de marzo de 1967, día de la fiesta que había instituido para celebrar a Notre-Dame de Vie.
« Me voy al abrazo del Espíritu San to » (Últimas palabras)
« Si habláis de mí, tendréis que decir que soy pobre, sencillo Y que he sufrido. » (En 1967, un mes antes de morir)
4 El Espíritu Santo, mi amigo
El padre María Eugenio estaba convencido de que no se puede trabajar si no es en estrecha colaboración con el Espíritu Santo. En febrero de 1965, nos desveló algo de su experiencia personal :
« Todo el mundo se ha dado seguramente cuenta de que, cuando hablo del Espíritu Santo, normalmente me entusiasmo con facilidad. Le llamo « mi Amigo » y creo que tengo razones para ello. »
Quiere ayudarnos a conocer al Espíritu Santo y su lenguaje, a establecer con Él una verdadera colaboración y a ponernos libremente bajo su moción.
• El Espíritu Santo es un gran personaje que se ocupa de cada uno de nosotros.
• El Espíritu Santo nos hace gritar¡Abba ! ¡Padre ! y nos hace interesarnos al mismo tiempo por el mundo. Estos dos movimiento van juntos. No veo cómo podemos oponerlos : ¡es el mismo amor !
• Decidle : « Soy pobre » El Espíritu Santo va con los pobres. Por eso le llamamos el Padre de los pobres. Os ayudará.¡No desea otra cosa !!
• No se trata de creer en el Espíritu Santo de una manera confusa ; hay que creer en Él como en una realidad viva, como en una Persona viva, inteligente, todopoderosa, como en una persona que sabe lo que quiere, que hace lo que quiere, y que sabe a dónde va.
• La Iglesia necesita al Espiritu Santo, a ese Espíritu Santo que es su alma, que es su amigo. Nosotros también tenemos necesidad de Él.
« Éste es el testamento que os dejo… Que el Espíritu Santo descienda sobre vosotros y que
podáis decir todos lo antes posible,
Que el Espíritu Santo es vuestro amigo,
Que el Espíritu Santo es vuestra luz,
Que el Espíritu Santo es vuestro Maestro
… Esta es la oracón que seguiré haciendo sin duda por vosotros durante toda la eternidad ».
(21 de febrero de 1965)
5 María, Madre de la Vida
• Todo en María es don de Dios, ella lo sabe. Suyas sólo son la pequeñez y la pobreza. Y como se ve en la verdad, María puede ser humilde bajo los dones de Dios.
• María se ofrece, reza, trabaja con Jesús, con sus mismas intenciones. Caminan hacia la misma meta. La obra de Jesús es la suya.
• Es nuestra Madre, nos pertenece por completo a cada uno de nosotros.
• Junto a María, aprendamos a creer en medio de la noche, a esperar a pesar de todas las realidades que nos decepcionan, a amar siempre.
• El ser Misericordioso le conviene esencialmente a una madre : una madre está hecha para la debilidad de su hijo.
• Oh María, haz que dé un testimonio vivo, un testimonio real : que nosotros también, siguiendo tus pasos, seamos manantiales de vida.
• Te pedimos Virgen María, por toda la Iglesia, que descienda sobre ella la vida de Cristo resucitado.
Nuestra Señora de la Vida
Dentro de la gran familia del Carmelo, el Instituto Nuestra Señora de la Vida es un instituto secular de vida consagrada.
Está formado por 3 ramas : laicos : hombres y mujeres y sacerdotes, plenamente consagrados a Dios y plenamente integrados en la vida del mundo.
Por su fidelidad a la oración silenciosa la realización de sus diferentes trabajos o ministerio, dan testimonio de que Dios está vivo, y de que su Amor quiere llegar a todo el mundo.
www.notredamedevie.org
www.nuestrasenoradelavida.es
¡María!
Cuando en 1931, el padre María Eugenio decubre el antiguo santuario de Notre-Dame de Vie, reconoce una presencia viva, que nunca ha dejado de acompañarle. Descubre también una manantial poderoso de gracia.
6 La Misericordia más actual que nunca
El padre María Eugenio ha vivido en un mundo marcada por la violencia (dos guerras mundiales), el ateismo y el triunfo aparente del progreso técnico. Muy pronto comprendió que Misericordia era el Nombre que Dios prefiere. Experimentar la Misericordia divina viviendo unido a Cristo, es lo que forma al discípulo misionero que el
mundo necesita.
• Que haya niebla o tempestad, o por el contrario una luz muy suave, estamos siempre en la misericordia. Una vez que toma posesión de nosotros, no nos suelta.
• Jesús algunas veces, está dormido en la barca, pero mientras duerme, vela por nosotros e intervendrá con toda certeza en el momento necesario para vencer, con nosotros y por nootros. Pidámosle que tengamos esta confianza.
• Ésta es la locura desconcertante de la Misericordia : a Dios le gusta bajarse hacia nuestra miseria.
• Dios nos mira con amor porque somos sus hijos. La mirada de Dios nos envuelve sea cual sea nuestro estado psicológico y nuestra debilidad.
• Lo recibimos todo de Él, y lo que tenemos es poca cosa comparado con lo que nos quiere dar.
• La confianza en Dios atrae la respuesta de Dios.
• No porque sea cuesta arriba nos hemos equivocado de camino.
« He comprendido la Misericordia. Santa Teresa sintió su dulzura, yo siento su poder » (12 de enero de 1967)
Después de la muerte del padre María Eugenio del Niño Jesús, numerosos testimonios, provenientes del mundo entero, nos han movido a abrir, en 1985, la causa de canonización. El 19 de diciembre del 2011, el Papa Benedicto XVI reconoció la heroicidad de sus virtudes, declarándolo Venerable.
Hacia los años 80, un bebé de pocas semanas muy enfermo se cura de manera inexplicable. Miembros de su familia han pedido a Dios, por la intercesión del padre María Eugenio. Tras una larga y minuciosa encuesta, esta curación ha sido reconocida por la Iglesia como un milagro.
El 3 de marzo, el Papa Francisco ha autorizado su beatificación. Ahora su rostro pertenece a todo el mundo.
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